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Oscar Javier Biolley Santamaría: "Las marimbas Biolley comenzaron con un sueño mío, pues desde muy pequeño tuve el gran deseo de fabricar mi propia marimba tradicional. Yo he estado envuelto en el mundo de las maderas toda mi vida, y tengo especial afinidad y conocimiento sobre las maderas de Costa Rica  Hace 19 años, pude al fin ver realizado mi sueño, luego de construir mi primer instrumento y junto con mis tres hijos, realizamos presentaciones en muchos lugares de Costa Rica por el cariño que todos le teníamos a ese instrumento.  

Nuestra historia en las marimbas tradicionales y de concierto

Esa marimba lleva de nombre Matilde, en honor a mi esposa, quien es artista y pintora.  Ella fue quien se encargó de decorarla con dos pinturas aleatóricas de nuestra bella ciudad de Cartago y hoy día se mantiene exactamente en las misma condiciones que cuando la construímos.  

 

Mi hijo menor, también de nombre Oscar [Oscar Biolley Quesada], tiene también una pasión muy especial por la marimba y al igual que yo, maneja muy bien todo el conocimiento de las maderas tropicales.  Oscar siempre ha tenido una curiosidad inmensa sobre cómo funcionan las cosas y por esa razón, ingresó a estudiar ingeniería en la universidad y desde entonces es el referente en cuanto a los aspectos de diseño, precisión y afinación de las marimbas que construímos.  

Oscar Biolley Quesada: "Nuestra historia de construir marimbas de concierto comenzó en junio del 2011 después que me solicitaran fabricar una tecla (DO grave) de una marimba de 5 octavas en el instituto Nacional de la Música de Costa Rica. Cuando fui a entregar la tecla, toqué la puerta del estudio de percusión, sin saber en ese momento que Fernando Meza, uno de los percusionistas más importantes de Costa Rica y director de la cátedra de percusión en la escuela de música de la Universidad de Minnesota, estaba realizando una clase maestra para los estudiantes del Instituto.

En aquel momento yo no conocía al maestro Meza y ciertamente no esperaba hablar con él.  Mucho menos esperaba que de camino se convirtiera en parte integral de la vida de nuestra familia.  Los estudiantes en la clase le preguntaron al maestro Meza si estaría de acuerdo en hacer una pausa para poder probar la tecla de cambio que yo llevaba y él accedió y nos presentaron. Luego de conversar unos minutos, le entregué la tecla, y él me preguntó si podía darle la que yo había fabricado como un reemplazo. Sin entender muy bien, pues su pregunta me dejó un poco confuso, le repetí que la tecla que le había entregado era la que yo había hecho.  Él se mostró muy sorprendido, ya que pensaba que la tecla que le había dado era la original y no la que yo había fabricado!  Me dijo que la veía y la sentía absolutamente igual que un tecla original (eso me hizo sentir muy bien, ya que yo había tomado mucho cuidado en la elaboración de ese tecla).  Sin embargo, lo que sucedió a continuación fue una lección de vida para mí y un momento que cambió todo mi concepto en relación al mundo de la marimba... El maestro Meza procedió a probar la tecla tocándola con el dedo junto a su oído, y a juzgar por sus expresiones faciales, todo parecía decir que aprobaba de su sonido y afinación. Pero para mi sorpresa, una vez suspendida la tecla con la cuerda y colocada junto al resto del teclado y al haber sido golpeada con un bolillo de marimba adecuado, esas expresiones anteriores de satisfacción se tornaron muy diferentes, ya que parecían decir que él ya no estaba satisfecho en lo absoluto con el sonido de la tecla. (Yo también escuché cuando tocaron esa tecla y tampoco me sonó bien, pero no podía identificar en ese momento el por qué no sonaba bien).  Después de tratar de ajustar los resonadores (los tubos de metal que están situados debajo del teclado y que sirven como caja de resonancia para la tecla) y sin lograr ningún cambio positivo en el sonido, me dijo que aunque él no era un experto en el campo de la acústica, que sí sabía algunas cosas, y que sólo podía suponer que la tecla no sonaba como debería sonar, debido a que los armónicos no estaban correctamente alineados. Y luego me preguntó por supuesto la pregunta clave: "¿Cómo alineaste los armónicos en esta tecla?" En ese momento, yo ni siquiera estaba al tanto de la palabra "armónicos" y obviamente, mi respuesta no fue muy profunda!  Lo que yo había hecho con esa tecla, había sido simplemente seguir el mismo proceso de afinación que estaba acostumbrado a hacer para una tecla de marimba tradicional. Su respuesta (que todavía puedo recordar el día de hoy!) fue un muy simple: "Hmm ..." A continuación, el maestro Meza procedió a dar una pequeña charla/demostración para todos los presentes, sobre la física de la acústica y demostró al piano cómo funciona la serie armónica. Tengo que reconocer que en ese momento me sentí abrumado con lo poco que sabía acerca de ese campo, pero por extraño que pueda sonar, también me sentí igualmente emocionado.  En todas mis experiencias anteriores construyendo marimbas tradicionales, nunca había tenido que preocuparme por alinear armónicos y pensar sobre "parciales" en la serie armónica, etc. Sin embargo, como estudiante de ingeniería, siempre he querido aprender cómo funciona el mundo a mi alrededor y estaba feliz de saber que había un nuevo campo de conocimiento que me ayudaría a abrir la puerta para entender cómo construir mejor estos bellos instrumentos.

Cuando finalmente tuve el honor de conocer al señor Gilberto Serna, inmediatamente sentí una afinidad muy especial con él.  Tal vez el hecho de que él sea originario de Colombia y hable español haya ayudado a establecer una conexión especial entre nosotros, pero cuando lo conocí, sentí que ya lo conocía desde hacía mucho antes.  Gilberto es una persona realmente especial y tiene un conocimiento de acústica del mundo de la percusión que es como una enciclopedia andante!  Aunque ya se pensionó de su trabajo en Century Mallet Instrument Service, cuando lo conocí, aún estaba a cargo de cada aspecto de su negocio, desde las operaciones del día a día, hasta la parte que más disfrutaba, que era la de arrollarse las mangas para afinar y reparar marimbas, xilófonos, vibráfonos, glockenspiels, etc.  En aquel momento, tenía la colección más increíble de instrumentos antiguos de marca Deagan, precisamente en el mismo edificio donde comenzó a trabajar John Calhoun Deagan, uno de los nombres más importantes en la historia de la construcción e innovación de los instrumentos de percusión.  Sólo el entrar a ese edificio me hizo sentir que estaba entrando en una parte importante de la historia de la música, mucho más entonces, cuando pude conocer al gran Gilberto Serna, quien fuera aprendiz directo del principal afinador de Deagan!  Para mí fue un verdadero honor y privilegio y por supuesto, jamás seré capaz de pagarle por todo lo que me enseñó.  El es verdaderamente un individuo extraordinario en todo sentido de la palabra y sólo espero que la atención que he puesto y seguiré poniendo en la afinación de cada uno de nuestros instrumentos en OBiolley Instrumentos Musicales, honre su increíble legado."

 Oscar Biolley con Gilberto Serna

en Century Mallet Service en Chicago

El edificio de Deagan, actualmente Century Mallet Service,

donde trabajaba el maestro Gilberto Serna.

Oscar Biolley en una marimba  King George

en Century Mallet Service

          Fernando Meza, Gilberto Serna y Oscar Biolley

tocando en una marimba modelo "World's Fair " de Deagan

Estamos muy orgullosos de decir que ya tenemos marimbas situadas en el mercado norteamericano, pues el maestro Fernando Meza, al igual que uno de sus estudiantes (Bradford Olson), tienen ya en su posesión dos instrumentos de concierto de nuestra fabricación y en Agosto de este año (2016), estaremos enviando a la Universidad de Minnesota en Estados Unidos, una marimba tradicional tallada de águilas que está actualmente en proceso de construcción, especialmente fabricada a gusto y especificaciones del maestro Meza, con quien tenemos una relación muy estrecha desde el año 2011.  En Noviembre 2016, estaremos presentando por primera vez nuestros instrumentos en la Convención Internacional de la Sociedad de las Artes Percusivas (PASIC), en Indianapolis, Indiana, lo cual será un gran honor para nosotros como fabricantes de marimba, pues en ese espacio se presentan los mejores productos de la percusión a nivel mundial.

Desde ese primer sueño que tuve de construir una marimba hasta el día de hoy, cada día ha sido una bendición para mí. El crear algo que representa la belleza de mi país y el poder escuchar esa creación en manos de los talentosos artistas de la marimba es algo realmente muy especial.  Y encima de eso, el poder hacer todo esto con mi propio hijo, es algo que simplemente no tiene precio!"

En el año 2008, Oscar pasó 4 meses como aprendiz del maestro Miguel Torres Rosales, uno de los grandes exponentes de la marimba tadicional costarricense y una persona muy querida por nuestra familia, y en ese mismo año, fabricamos comercialmente nuestra primera marimba tradicional y comenzamos nuestro viaje en esa área de construcción.  Desde entonces, hemos construido marimbas para muchas de las entidades artísticas más importantes de Costa Rica, entre ellas: la  Escuela de Música de Paraíso de Cartago, las Municipalidades de Escazú y de Carrillo, 10 Institutos Técnicos Profesionales en Guanacaste y otras para diferentes marimberos del país.

Mi viaje estaba lleno de expectativa...  Todos en mi familia estábamos muy emocionados y yo particularmente, estaba muy ansioso de poder finalmente encontrar las respuestas a todas las preguntas que tenía desde mi primer encuentro con el maestro Meza en ese Junio pasado.  Mi lista original de preguntas se hizo más larga aún durante la semana antes de mi viaje a Chicago, pues junto con él, nos sentábamos por horas en Minneapolis a conversar sobre diferentes temas relacionados a la afinación de las marimbas y durante estas conversaciones, surgían otras preguntas.  Basta decir que cuando llegamos a Chicago, esa lista era muy amplia!​

El mundo de la marimba tradicional y el de la marimba de concierto no son iguales cuando se trata de la construcción y afinación de los instrumentos... ni siquiera cerca!  En aquel momento pensé que eran igual simplemente porque mi padre y yo habíamos incurrido únicamente en la construcción de instrumentos tradicionales y no habíamos cruzado al mundo de la marimba de concierto. Sin embargo, y como llegué a descubrir después, los dos campos son realmente muy diferentes. Pero una vez hecho ese descubrimiento, y con el amor y la pasión de mi familia por la marimba, al igual que con nuestra experiencia en la construcción de marimbas tradicionales, estábamos listos para aprender a realizar instrumentos de concierto, y aquí es donde el encontrarme con el maestro Meza fue una increíble bendición, pues aunque sólo nos habíamos conocido durante unos 30 minutos, él me hizo una oferta ese día que fue muy sorprendente. Me dijo que le gustaría llevarme a Chicago, para que yo pudiera pasar un tiempo con el Sr. Gilberto Serna, a quien Meza consideraba la máxima autoridad en cuanto a afinación de instrumentos de percusión se refería. Si el Sr. Serna estuviera de acuerdo en enseñarme los "secretos" (y por supuesto, que no sabía en ese momento si el Sr. Serna estaría de acuerdo o no), el maestro Meza me dijo que sería una oportunidad muy única y que tendría la posibilidad de cambiar mi vida, así que quedó en llamarme luego de regresar a Minneapolis y después de haber tenido oportunidad de hablar con el Sr. Serna. Yo admito que nunca esperé que me llamara, pero sin embargo, un par de semanas después recibí una llamada de su parte, lo cual por supuesto me dejó muy sorprendido, pues me dijo que había tenido la oportunidad de hablar con el Sr. Serna, y que a su vez, él había accedido a enseñarme acerca de la afinación de los instrumentos de teclado de percusión. También me dijo que era una oportunidad única, ya que el Sr. Serna no había compartido esa información antes con casi nadie y me hizo prometer (como una muestra de respeto a la voluntad del Sr. Serna por enseñarme), que no iba a compartir esa información con nadie y que la usaría solamente en mis procesos de afinación.  Yo obviamente acepté y seguiré cumpliendo esa promesa hasta siempre. Conversamos entonces varias veces y decidimos planear mi viaje a los Estados Unidos a finales de Noviembre del 2011. Mi viaje incluiría una semana con la familia de Fernando en Minneapolis, durante la cual iba a poder observar las diversas marimbas de concierto alojadas en la Universidad de Minnesota, así como las de otras escuelas y orquestas profesionales en torno a las ciudades gemelas de Minneapolis y Saint Paul, y después de esa semana, varios días en Chicago, donde podría pasar tiempo con el Sr. Serna para hacerle todas las preguntas que tenía sobre la afinación de teclas y ajustes para los instrumentos de teclado de percusión.

Oscar Biolley Santamaría (derecha) con don Miguel Torres,                uno de los pioneros de la marimba costarricense

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